Mientras representantes de petroleras circulan por la conferencia, manifestantes protestan contra el petróleo en la Amazonía
Autora: Por Isabel Seta
Edición: Bruno Fonseca
Traducción: Leandro Manera Miranda/Verso Tradutores
Una vez más, lobistas de la industria de combustibles fósiles lograron acreditarse en gran número para la COP30. Son más de 1.600 inscritos en la conferencia, una cifra que supera el tamaño de todas las delegaciones nacionales —excepto la de Brasil, país anfitrión, que registró 3.805 participantes.
Significa que uno de cada 25 acreditados en la COP30 representa los intereses de la industria fósil, principal responsable del calentamiento global.
Se trata de un nuevo récord, según muestra el relevamiento realizado por Kick Big Polluters Out, una coalición de más de 450 organizaciones de todo el mundo que contabiliza la presencia de representantes de empresas y asociaciones del sector fósil en las Conferencias de la ONU sobre Cambio Climático.
Mientras lobistas acudían en masa a la conferencia, activistas organizaron este jueves, 13 de noviembre, una protesta contra la explotación de petróleo en la Amazonía.
“Amazonía libre de petróleo y gas”, decía en inglés una gran pancarta extendida por los manifestantes en uno de los pasillos de la llamada “zona azul”, el área de la conferencia con acceso restringido a los acreditados, donde se desarrollan las negociaciones diplomáticas.
“Esperábamos que la COP fuera una respuesta para nosotros, pero no de la manera que fue. Si hay una COP en Brasil, debería traer una respuesta favorable para los pueblos indígenas, pero lo que recibimos fue esta mala noticia sobre la explotación de petróleo en la desembocadura del Amazonas”, dijo a Agência Pública el cacique Jonas Mura, de la aldea Gavião Real, en el estado de Amazonas, amenazada por la exploración de gas.
Mura, que participó en la protesta, se refería a la licencia otorgada por Ibama a Petrobras pocos días antes del inicio de la COP30, que autoriza la perforación de un pozo exploratorio a 175 km de la costa de Amapá, en la desembocadura del río Amazonas. Se trata de una zona donde viven decenas de pueblos tradicionales —entre ellos indígenas, quilombolas, pescadores artesanales y ribereños— con alta sensibilidad ecológica. En las márgenes de la desembocadura se encuentra el mayor corredor de manglares del mundo, mientras que en el mar hay arrecifes de coral poco estudiados.
Petrobras y otras petroleras entre los acreditados
Entre los representantes de empresas productoras de petróleo, Pública contabilizó 11 funcionarios de Petrobras acreditados para la COP como “invitados del país anfitrión”, es decir, de Brasil. Además de ellos, otros cinco nombres fueron acreditados como acreditación adicional (“party overflow”) de la delegación brasileña, una categoría que permite acceso a los bastidores de las negociaciones diplomáticas.
La mayoría son integrantes de la segunda línea de Petrobras, como directores, gerentes y miembros del equipo de comunicación —incluida una persona registrada como “coordinación de comunicación de crisis”. La presidenta de la empresa, Magda Chambriard, por ejemplo, no figura en la lista de participantes de la COP30.
Estar acreditado no significa necesariamente que la persona haya viajado efectivamente a Belém. Por ahora, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), organismo responsable de la conferencia, publicó únicamente la lista de todos los nombres acreditados para la COP.
El levantamiento de Kick Big Polluters Out, publicado este viernes 14 de noviembre, indica que, en total, 599 representantes de la industria fósil obtuvieron acceso como acreditación adicional. Entre ellos, Agencia Pública identificó también dos nombres de Equinor Brasil, productora de petróleo de Noruega, registrados en su delegación, y otros dos nombres señalados como “CNPC Brasil” dentro de la delegación de China.
CNPC Brasil, subsidiaria de China National Petroleum Corporation, fue una de las empresas que adquirió bloques para explorar en la desembocadura del Amazonas en la subasta de la Agencia Nacional del Petróleo, Gas Natural y Biocombustíveis (ANP) realizada en junio. En esa ocasión, un consorcio entre Chevron Brasil y CNPC Brasil se adjudicó 10 bloques en la región. Otros 10 fueron adjudicados a un consorcio entre Petrobras y ExxonMobil.
La productora estadounidense, además, también aseguró dos representantes en la delegación brasileña, según la lista de participantes de la COP30.
La presencia récord de la industria fósil ocurre en un momento en que los países discuten la posibilidad de crear una “hoja de ruta” para reducir la dependencia de las economías respecto de los combustibles fósiles. La propuesta fue presentada por el presidente Lula, tanto en la Cumbre del Clima, que reunió a líderes mundiales en Belém, como en el discurso que dio inicio a la COP30, y ha recibido señales positivas de líderes de otros países.
COP30 con contradicción brasileña
“El Brasil es un país lleno de contradicciones”, afirmó Stela Herschmann, del Observatorio del Clima, durante el acto contra el petróleo en la Amazonía. Herschmann señalaba el hecho de que el mismo país capaz de reducir la deforestación, disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero y plantear la hoja de ruta para transitar lejos de los combustibles fósiles es también el país que autoriza la licencia de Petrobras en la desembocadura del Amazonas.
“El bloque 59 es solo el comienzo. Hay casi 200 bloques en la desembocadura; es una nueva frontera de exploración que Brasil está abriendo”, dijo.
Para los manifestantes, Brasil no puede presentarse como un liderazgo climático en las negociaciones diplomáticas mientras, internamente, da luz verde a una mayor expansión fósil.
“Quiero enviar un mensaje al mundo. Nosotros, que estamos en el territorio y en las comunidades, somos contrarios a la explotación. Ese no es el modelo de desarrollo que queremos para nuestro país. Es un modelo fracasado”, afirmó la quilombola Bianca Barbosa, de Marajó, durante el acto.
La protesta rápidamente atrajo la atención, incluso de diplomáticos de otros países, que se acercaron para seguir y filmar las intervenciones de los líderes de pueblos tradicionales y activistas. Entre ellos estaba Chumpi Washikiat, indígena del pueblo Achuar de Ecuador, país con una fuerte explotación petrolera en la Amazonía. Según reportaje de (O)Eco, es el país latinoamericano con más tierras indígenas afectadas por la extracción de petróleo.
“La explotación no trajo ningún desarrollo”, contó Chumpi a Pública. “Lo único que trajo fueron impactos negativos, enfermedades, miseria, carreteras que destruyen todo el ecosistema”.
Falta transparencia en la “COP de la verdad”
Brasil no fue el único país que incluyó representantes del sector de combustibles fósiles en su delegación oficial. Japón, por ejemplo, registró 33 personas de la industria, mientras que Francia incorporó 22, según el recuento de la coalición.
“La COP30 está llamada a ser la ‘COP de la verdad’, pero más de 1.500 lobistas siguen infiltrándose en las delegaciones nacionales. Y más de la mitad ocultó su afiliación”, señaló Brice Böhmer, de Transparencia Internacional.
Böhmer retomó la expresión acuñada por el presidente Lula para definir esta edición de la conferencia climática. “La COP30 será la COP de la verdad. En la era de la desinformación, los oscurantistas no solo rechazan la evidencia científica, sino también los avances del multilateralismo”, dijo en su discurso inaugural.
Tras mucha presión de organizaciones sociales, esta es la primera COP en la que las personas participantes que no son diplomáticos ni ministros podían informar quién financia su participación en el momento de inscribirse. Sin embargo, cerca de la mitad (54 %) de los representantes de la industria de los combustibles fósiles en las delegaciones o bien no incluyó esa información o bien seleccionó categorías vagas como “invitado” u “otro”.
“Si la COP30 es realmente la COP de la verdad, la Presidencia y la Secretaría de la UNFCCC deben comprometerse desde ahora a revisar y fortalecer las normas de divulgación de los participantes antes de las próximas cumbres: es hora de garantizar integridad y responsabilidad para recuperar la confianza”, completó Böhmer.
Transparencia Internacional y otras organizaciones defienden que los representantes de la industria de los combustibles fósiles sean excluidos de las delegaciones nacionales y, más aún, que no puedan influir en las negociaciones climáticas, para evitar conflictos de interés.
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Este reportaje fue producido por Agência Pública, en el marco de la Cobertura Colaborativa Socioambiental de la COP30. Lea el reportaje original en: https://apublica.org/2025/11/lobby-na-cop30-empresas-de-combustiveis-batem-recorde-em-belem/#_















