Lo que marca el retorno de la participación de la sociedad civil en la COP
Mariana Vick
14 de noviembre de 2025 (actualizado el 15/11/2025 a las 14h04)
La Marcha Mundial por el Clima en Belén hace una fuerte defensa de la acción climática. Nexo conversó sobre el tema con activistas e integrantes de movimientos sociales que se encuentran en la capital del estado de Pará.
La Marcha Mundial por el Clima, una protesta tradicional en contexto de las COPs, tuvo lugar este sábado 15 de noviembre en Belén. El encuentro reunió a organizaciones de la sociedad civil, representantes de los sectores público y privado, y líderes y lideresas indígenas, amazónicas y comunitarias en defensa de acciones de combate al cambio climático.
La protesta es un punto álgido de la participación de la sociedad civil en la COP 30, que se realizó tanto en pabellones oficiales de la conferencia como en eventos paralelos en la capital paraense. Esta movilización ocurre tras años de restricciones en las COPs anteriores. Sharm-El-Sheik, Dubai y Baku limitaron este tipo de participaciones en las cúpulas de 2022 a 2024.
En este texto, Nexo explica donde aparece la sociedad civil en la COP30, cuál es la importancia de su participación en este tipo de evento y qué es lo que tiene de diferente Belén en esta edición. También muestra cuáles son los desafíos en este contexto, marcado por un episodio que causó incomodidad entre la organización de la conferencia y la ONU.
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Dónde aparece la sociedad civil en la COP30
La 30 cuenta con la participación de la sociedad civil de varias y diversas formas. La primera forma de participación es en los espacios oficiales del evento, que se celebra en el Parque de la Ciudad, en Belén. Parte de los representantes de la sociedad civil acompaña las negociaciones de cerca, como observadores, y otros realizan eventos y otras acciones en las tres principales áreas de la COP:
- zona azul: área oficial de la ONU, donde suceden las negociaciones entre los países (pero que también incluye pabellones de la sociedad civil)
- zona verde: espacio abierto al público, con eventos, exposiciones y debates promovidos por ONGs, empresas y personas del ámbito académico.
- eventos paralelos: foros, encuentros técnicos y paneles promovidos por diversas instituciones y grupos de interés.
La presidencia de la COP30 ha dado especial destaque a un instrumento llamado Agenda de Acción. Esta agenda, adoptada en las conferencias climáticas desde el 2021, busca movilizar no sólo a gobiernos, sino también a empresas, ciudades y organizaciones de la sociedad civil para implementar soluciones de enfrentamiento al cambio climático. Son compromisos voluntarios que complementan los acuerdos formales de las COPs, y pueden incluir:
- medidas de descarbonización de la economía
- inversiones en energías renovables
- acciones de adaptación climática
Además de las actividades en el Parque de la Ciudad, hay acciones de la sociedad civil en otras partes del territorio de Belén. La Cumbre de los Pueblos, por ejemplo, comenzó el miércoles (12) con actividades concentradas en la UFPA (Universidad Federal de Pará). El encuentro se extendió hasta el domingo (16) con debates sobre cambio climático paralelos a la COP30.
1.300 movimientos sociales, pueblos indígenas, quilombolas, ribereños, trabajadores, colectivos y organizaciones de diversos países están representados en la Cumbre de los Pueblos, según la organización.
También hay otras iniciativas. El Museo Paraense Emílio Goeldi, una de las instituciones científicas más antiguas de Brasil, recibe una extensa programación cultural durante la COP30. O Teatro Waldemar Henrique recibe la programación de la red Observatorio del Clima. Y hay otros eventos en la casa de Periodismo Socioambiental, una iniciativa de la cual Nexo forma parte.
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Cuál es la importancia de la participación
La participación social es uno de los pilares de la política ambiental, y en la COP eso no podría ser diferente. Las conferencias sobre el clima de la ONU están tradicionalmente marcadas por la presencia de la sociedad civil — sea en formato de eventos y paneles, sea en protestas, o apoyo técnico e incidencia política en las negociaciones.
“La sociedad civil es fundamental, porque, si la UNFCCC [la Convención del Clima] intenta construir una propuesta democrática de multilateralismo, no puede mantenerse un régimen en el que sólo los Estados hablen entre sí”, dijo a Nexo Maureen Santos, coordinadora del Núcleo de Políticas y Alternativas de la organización Fase y miembro del Comité Político de la Cumbre de los Pueblos por el Grupo Carta de Belén.
FOTO: ATIVISTAS DURANTE A MARCHA ‘PORONGAÇO’ DOS POVOS DA FLORESTA, EM BELÉM
Uno de los objetivos de la participación es presionar a los países para la adopción de decisiones acordes a los intereses de la sociedad. Los pasillos de de la zona azul en la COP30, por ejemplo, registran desde el lunes (10) protestas de activistas que hacen demandas sobre el financiamiento para la adaptación climática, uno de los temas centrales de las negociaciones actuales.
La participación también cumple el papel de llamar la atención sobre demandas que no necesariamente están en la agenda oficial de la conferencia. La Cumbre de los Pueblos, por ejemplo, levanta banderas como el combate al racismo ambiental, la priorización de las periferias urbanas y el reconocimiento de territorios indígenas y de comunidades tradicionales — temas con poco espacio en la COP30.
Nexo estuvo presente en la Cumbre de los Pueblos y visitó pabellones de la sociedad civil en la COP30 para hablar sobre el tema. Elder Vieira da Silva, presidente de la Asociación de la Casa Familiar Rural de Placas (PA), dijo que quiere influir en las decisiones de la COP al participar de la cumbre. “La mayoría de las decisiones vienen de las organizaciones sociales hacia arriba”, afirmó.
Franco Bautista Olcese, argentino de 18 años que participa en el pabellón Children and Youth COP30, en la zona azul, dijo que busca representar a quienes están fuera de las delegaciones oficiales. “La mayoría de los que están en las COP no son las víctimas, no son quienes sufren, no son quienes viven los efectos e impactos del cambio climático”, dijo.
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“Es importante que participemos en estos eventos, porque somos testigos de los efectos del cambio climático. Y es nuestra responsabilidad. [Hablar de cambio climático] es una responsabilidad de todos, de toda la humanidad, no sólo de los líderes globales que tienen sus propios intereses, o los de sus países”.
Franco Bautista Olcese, activista argentino de 18 años que participa en el pabellón Children and Youth COP30, en la zona azul.
Paola Gabriel Perez Puma, indígena de 19 años del pueblo Quechua, en Perú, que está en el mismo pabellón de jóvenes, dijo que también existe una cuestión interseccional e intergeneracional. “La mayoría de las personas que participan en las negociaciones son adultos. Niños y grupos minoritarios no están presentes”, dijo.
Para Cleudiana Silvino Santos, asentada del MST (Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra) que está en la Cumbre de los Pueblos, otra ventaja de la participación es unirse a otros grupos. “Identifico los problemas de mi realidad al ver las otras, y así podemos unir fuerzas para exigir responsabilidades a quienes dañan el medio ambiente.”
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Qué es diferente en la COP30
La COP30 ha estado marcada por el regreso de la participación en la conferencia del clima después de varias ediciones con restricciones. El año 2020 — en que no se realizó el evento — y el de 2021, por ejemplo, tuvieron acciones limitadas debido al covid-19. Ya las COPs de 2022, 2023 y 2024 registraron poca participación porque ocurrieron en países no democráticos:
COP26, 2020: fue aplazada debido a la pandemia del covid-19.
COP26, en 2021: fue en Glasgow, Escocia, aún bajo los efectos de la pandemia.
COP27, en 2022: ocurrió en Sharm El-Sheikh, Egipto.
COP28, en 2023: tuvo lugar en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
COP29, en 2024: ocurrió en Bakú, Azerbaiyán.
El presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, afirma que forma parte de la tradición del Brasil promover amplia participación en este tipo de evento. “Si la participación social no es fuerte, los países no se mueven, y tenemos que hacer que los países se muevan”, dijo en una reunión con foros de participación en octubre.
Para Santos, la COP30 aporta lecciones para el sistema de la ONU sobre democracia y “es una respuesta a todas las fragilidades que tuvimos en esos [momentos de] recorte de espacios de participación”.
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Cuales son los desafíos de la participación
A pesar de la importancia de la participación, quien está presente en la COP30 relata desafíos para estar en el evento. El argentino Olcese afirmó que muchas veces es dificil ser escuchado. “Las personas en general, y las del poder económico en particular, están siempre ocupadas y pensando en preservar sus intereses. Cuando se ven obligadas a abandonarlos, no quieren escuchar”.
FOTO: ANDRÉ CORRÊA DO LAGO, SONIA GUAJAJARA Y MARINA SILVA PARTICIPAN EN UNA REUNIÓN CON MANIFESTANTES INDÍGENAS EN LA COP30
La peruana Puma también dijo que existen desafíos prácticos, como el idioma en las negociaciones — el inglés —, que no hablan muchas personas que forman parte de minorías. “Además, en los principales grupos de discusión, los líderes utilizan términos técnicos que no todos pueden entender. Eso genera una gran desigualdad”, afirmó.
Otro punto importante, según ella, es el tiempo. Antes de la COP30, la Convención del Clima realizó otros eventos que prepararon las negociaciones —pero muchas personas de la sociedad civil, como niños y pueblos indígenas, no tuvieron acceso a esas discusiones. “Hay una construcción durante todo el año, no solo en estas dos semanas.”
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Las manifestaciones en Belén
Una protesta el martes (11), segundo día de la COP30, llamó la atención sobre las manifestaciones de la sociedad civil durante la conferencia. Después de que una marcha sobre salud y clima recorriera las calles de Belém a la noche, un grupo de manifestantes invadió la zona azul, que es un área restringida, y se enfrentó con los guardias de seguridad.
Las imágenes del tumulto en el espacio oficial de la ONU tuvieron repercusión en la prensa nacional e internacional. La Marcha Global Salud y Clima publicó el martes (11) una nota en que decía que las personas que se dirigieron a la zona azul no formaba parte de la organización o de la articulación oficial del acto, que fue pacífico y previamente informado a las autoridades.
El grupo que entró al área oficial de la ONU incluía indígenas del bajo Tapajós, en Pará, y jóvenes del colectivo Juntos, vinculado al partido del PSOL. La participación indígena llevó a la Apib (Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil) a pronunciarse. La entidad dijo que no coordinó la acción y que respeta la autonomía de los pueblos indígenas.
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“Esta edición de la COP ocurre en un país democrático, donde el derecho a la manifestación es garantizado y respetado. La Apib reafirma que el movimiento indígena es amplio y diverso y que esta entidad no coordinó las actividades de la manifestación. Al mismo tiempo, reitera el respeto al derecho de manifestación y a la autonomía de cada pueblo en sus propias formas de organización y expresión política”.
Articulação dos Povos Indígenas do Brasil, en nota sobre la acción en la zona azul
Indígenas del bajo Tapajós dijeron en una entrevista a periodistas el miércoles (12) que la manifestación del día anterior se salió de control, pero fue un “mensaje de resistencia”. Afirmaron que tienen demandas que presentar en la COP30, pero que no han tenido espacio en las negociaciones oficiales, y enumeraron sus inconformidades con:
- la lentitud en la demarcación de tierras indígenas por parte del actual gobierno.
- la concesión del río Tapajós.
- la falta de espacio para los pueblos indígenas en la zona azul.
- la falta de diálogo con el presidente Lula.
1 representante del bajo Tapajós — región en que hay 14 pueblos indígenas — consiguió acreditación para la zona azul, según el grupo.
La Convención del Clima, organismo de la ONU que organiza las COPs, criticó la organización de la conferencia en Brasil y exigió mejoras en la seguridad en una carta enviada al ministro de la Casa Civil, Rui Costa, y al presidente de la COP30, André Corrêa do Lago. En una entrevista con periodistas el jueves (13), el embajador dijo que todos los problemas señalados fueron resueltos.
Para las personas consultadas por Nexo, acciones como la del martes (11) pueden perjudicar el diálogo con las autoridades durante la COP30, pero, al mismo tiempo, pueden ser la única acción posible cuando otras estrategias no funcionan. “Por lo que pareció, [la protesta] fue una provocación para que sientan que queremos ser escuchados”, dijo Santos, del MST.
“Para llegar a los responsables por la toma de decisiones, especialmente en espacios como la COP30, es necesaria la diplomacia; siendo disruptivo no se llega a ningún lado”, afirmó Olcese. “Pero es difícil hablar sin entender el contexto. No podemos tener paz si no están todos incluidos en las conversaciones principales y en los espacios de toma de decisión.”
Santos afirmó que la policía de la ONU estaba mal preparada para la manifestación. “No están acostumbrados a ver protestas ni a lidiar con la democracia, y la democracia es eso, esa diversidad de voces. La dificultad que tienen para manejar ciertos procesos también hace que puedan ocurrir errores que derivan en violencia”, dijo.
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“Las comunidades indígenas que estaban presentes están resistiendo a la minería y al impacto de la deforestación, están viendo morir a sus niños y están viendo su sangre contaminada por el mercurio, pero nadie está hablando de eso allá dentro [de la COP30]. La gente solo quiere a los pueblos indígenas para tomar fotos, para decir que están participando.”
Maureen Santos
Coordinadora del Núcleo de Políticas y Alternativas de la organización Fase y miembro del Comité Político de la Cumbre de los Pueblos por el Grupo Carta de Belén.
Tres días después de la manifestación, indígenas Munduruku realizaron un nuevo acto en el Parque da Cidade el viernes (14), bloqueando el acceso principal a la blue zone. La protesta fue pacífica, pero la seguridad en el lugar fue reforzada, principalmente por las Fuerzas Armadas. El grupo reclamó:
- la revocación del decreto nº 12.600/2025, que trata sobre la concesión del río Madeira.
- la cancelación del ferrocarril Ferrogrão, que transporta la producción de granos del Centro-Oeste hacia puertos del Norte.
- protección contra grandes emprendimientos dentro del territorio.
- una reunión con Lula para tratar esas demandas.
El presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, acudió a la manifestación y salió de allí de la mano con los indígenas. Ellos ingresaron en la Villa COP —complejo en Belém donde están alojadas las autoridades— y fueron a una reunión interna con la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, y la ministra de los Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara.















