Imagen crédito: Marcelo Camargo/Agência Brasil/Montaje fotográfico
Translated by Leandro Manera Miranda/Verso Tradutores
Los hermanos Batista, propietarios de JBS —la mayor productora de carne bovina del mundo—, investigados en el escándalo de corrupción Lava Jato, están acreditados por el país anfitrión con acceso al área restringida de la Conferencia.
Isabel Seta, Bruno Fonseca
Edición: Ludmila Pizarro
Mr. Joesley Mendonça Batista y Mr. Wesley Mendonça Batista. Así aparecen los nombres de los hermanos multimillonarios dueños del holding J&F, que controla, entre otras empresas, la marca JBS, en la “lista VIP” de la COP30, que otorga acceso a la Zona Azul de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2025. Y fueron incluidos en esa selección por las propias autoridades brasileñas. Así es: los hermanos Batista son invitados del país anfitrión, en este caso, del Estado brasileño.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) publicó el lunes 10 de noviembre la lista preliminar de los participantes de la conferencia. En ella figuran los nombres de Wesley y Joesley Batista como “invitados del país anfitrión”, en representación de JBS.
Existen varias formas de obtener acreditación para la Zona Azul, el área restringida de la COP30 donde se realizan las negociaciones diplomáticas entre los casi 200 países que han firmado la Convención de la ONU sobre el cambio climático. El país anfitrión tiene derecho a un número limitado de invitados, lista en la que se encuentran los hermanos Batista, junto con representantes de la industria petrolera —como Petrobras y ExxonMobil— y del sector minero, entre ellos Vale, Samarco, Sigma y el Instituto Brasileño de Minería.
La lista de invitados de Brasil también incluye representantes de organizaciones de la sociedad civil, como el Instituto Alana, dedicado a la educación, y de pueblos indígenas y comunidades tradicionales, como la Asociación Yanomami Hutukara y el Consejo Indígena de Roraima.
Sin embargo, las comunidades quilombolas se quejan desde hace semanas por el bajo número de acreditaciones otorgadas a sus representantes en el evento —y la lista publicada ahora muestra que solo consiguieron cinco credenciales asignadas por Brasil.
Brasil también puede designar a varias personas como party overflow, que así pasan a integrar la delegación brasileña, aunque no actúen como “negociadoras” (las llamadas “partes”). En ese grupo figuran tanto representantes de ONG y asociaciones de comunidades tradicionales como empresas privadas.
Pública confirmó que Wesley y Joesley no figuraban en la lista de la COP anterior, celebrada en Azerbaiyán, aunque JBS sí contaba con tres representantes acreditados. La redacción envió consultas al equipo de prensa de la empresa. Por teléfono, se informó que los empresarios no están participando en la COP este martes, pero no se desmintió que hayan sido acreditados.
JBS: multas ambientales y la crisis climática
JBS, de los hermanos Batista —la mayor productora de carne bovina del mundo y principal empresa del sector agropecuario—, tiene un impacto directo sobre el clima y ha sido objeto de sanciones y cuestionamientos por ello.
Según Pública pudo confirmar, solo en este año JBS S.A. fue objeto de cuatro multas del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama). En conjunto, las sanciones superan los 660 mil reales, por infracciones cometidas en los estados de Pará, Mato Grosso do Sul y São Paulo. La multa más elevada —precisamente en Pará— está relacionada con una nueva etapa de la Operación Carne Fría, que investiga deforestación y cría ilegal de ganado en la Amazonía.
Este año, Pública reveló que JBS podría haber exportado a la Unión Europea carne bovina y cuero producidos con ganado proveniente de haciendas ilegales en Pará. Un informe de Human Rights Watch (HRW) señaló que el ganado irregular afecta la Tierra Indígena Cachoeira Seca, hogar del pueblo Arara, y el Proyecto de Desarrollo Sostenible Terra Nossa.
En 2024, Pública también mostró que un levantamiento de la ONG estadounidense EIA (Agencia de Investigación Ambiental, por sus siglas en inglés) encontró registros de que JBS habría comprado ganado criado en haciendas ilegales dentro de la Tierra Indígena Apyterewa, también en el estado de Pará.
Además de las irregularidades, las productoras de carne tienen un impacto directo en el calentamiento global: si fueran un país, las 45 mayores empresas dedicadas a la producción de carne y lácteos —con JBS incluida— serían el noveno mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, según un estudio divulgado en vísperas de la COP30.
El imperio de los hermanos Batista va más allá de JBS. El grupo J&F también posee la productora de celulosa Eldorado, la minera LHG Mining, la empresa de servicios financieros PicPay y Âmbar, generadora de energía que incluso compró termoeléctricas en Acre este año. Otro activo del conglomerado es la planta Candiota III, en el estado de Río Grande do Sul, impulsada por carbón, el más contaminante entre los combustibles fósiles. La central fue la mayor emisora de gases de efecto invernadero entre las plantas termoeléctricas del país —incluidas las que operan con gas y diésel— en 2024, según el Instituto de Energía y Medio Ambiente (IEMA). Además, Candiota III registró la mayor tasa de emisión por electricidad generada: 1.205 toneladas de dióxido de carbono equivalente por gigavatio hora. Aun así, recibió un subsidio estatal por la compra de carbón mineral, tal como reveló Pública.
Esta nota fue producida por Pública en el marco de la Cobertura Colaborativa Socioambiental de la COP30. Lea la nota original en: https://apublica.org/nota/joesley-e-wesley-batista-brasil-convida-bilionarios-para-cop30/













