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Afectados por la minería critican la “omnipresencia” de Vale en la COP30


En un panel realizado esta semana durante la conferencia del clima en Belém, Brasil, jóvenes afectados por la minería en Pará, Minas Gerais y Rondônia denuncian lo que consideran violaciones cometidas por Vale en sus territorios; la influencia de la minera en la COP aparece en la infraestructura vinculada al evento, en anuncios por la ciudad e incluso en publicidad dentro del transporte por aplicación

Por Daniel Camargos e Isabel Harari
Versión al español: Leandro Roberto Manera Miranda / Verso Tradutores


DE BELÉM En el pabellón de Indonesia en la COP30, junto a la imagen de un rinoceronte de Sumatra, aparece el logotipo de Vale. En el aeropuerto, en la aplicación de Uber, en las calles de la capital paraense, en eventos culturales y en la propia estructura de la conferencia climática de la ONU, la empresa minera está en todas partes.

“Prácticamente en todos los lugares de Belém a los que voy hay publicidad de una minera”, dijo Isadora Canela, de Brumadinho (MG), quien moderó el panel “Greenwashing, minería y la batalla del imaginario”, realizado en la mañana del lunes (17).

El debate reunió también a Thalia Silva, de Parauapebas (PA), y a Itxalee Cinta Larga, de Rondônia. Las tres afirmaron haberse impresionado con la fuerte presencia de Vale en la conferencia, mientras que las violaciones que ellas asocian a la actividad minera seguirían sin solución en sus territorios. 

Isadora responsabilizó a la empresa por los desastres de Mariana (2015) y Brumadinho (2019), por los cuales hasta hoy nadie ha sido condenado penalmente en la Justicia brasileña. “Vale tiene una forma de hacer marketing que las personas se sientan tontas si no creen en lo que está afirmando”, afirmó.

El viernes (14), en plena COP30, la ruptura de la represa de Fundão, ocurrida en 2015 en el municipio de Mariana (MG), volvió a los titulares internacionales. Socia de Vale en el emprendimiento, la empresa minera británica BHP fue condenada por el Tribunal Superior de Justicia de Londres por uno de los mayores desastres ambientales de Brasil, que dejó 19 muertos.

Presencia en toda la ciudad

La contradicción señalada por las activistas aparece en la propia infraestructura relacionada con la COP. El Parque de la Ciudad, sede del evento, fue construido con una inversión de R$ 980 millones por parte de Vale, a través del programa estatal Estructura Pará, que permite convertir parte de la TFRM (Tasa de Fiscalización de los Recursos Minerales) en obras ejecutadas por las propias mineras.

Vale financió, contrató a la constructora y gestionó la obra. Por el mismo mecanismo, la empresa asumió la expansión del Puerto Futuro II, uno de los legados de la conferencia para Belém, según el poder público.

En el aeropuerto internacional de la capital paraense, paneles de Vale exhiben el eslogan “ver y vivir las Amazonías”, y la cinta de equipaje está revestida con la frase “Donde hay cultura, Vale está”. Los anuncios de la minera aparecen incluso cuando alguien solicita un auto en la aplicación de Uber.

En diferentes puntos de la ciudad, pantallas y vallas exhibían campañas institucionales de la empresa. Paralelamente, la minera financia la Casa de la Biodiversidad y el Clima, instalada en el Instituto Tecnológico Vale, que recibe debates sobre selvas, bioeconomía y transición energética.

La actuación se extendió a la programación cultural. El especial “Amazônia Live”, promovido por los festivales de música Rock in Rio y The Town, tuvo patrocinio principal de Vale. El proyecto contó con un show grabado con la cantante estadounidense Mariah Carey en el río Guamá, que atraviesa Belém. El escenario con forma de victoria regia recibió también a artistas paraenses como Dona Onete, Joelma, Gaby Amarantos y Zaynara.

Otro evento gratuito, en el estadio Mangueirão, reunió a Ivete Sangalo y a artistas locales, con apertura de la Orquestra Vale Música Belém. La empresa lanzó además una serie audiovisual sobre la Amazonía con la cantante Gaby Amarantos y el fotógrafo Bob Wolfenson.

Vale, además, financia buena parte de la cobertura periodística de la COP30, con patrocinios a medios como Folha de S.Paulo, O Globo, Valor Econômico, Veja, CBN y el paraense O Liberal.

En una nota, Vale defiende sus acciones en la COP30 

En un comunicado enviado a Repórter Brasil, Vale afirma que mantiene alianzas recurrentes con medios periodísticos con el objetivo de ampliar la visibilidad de sus posicionamientos en temas de interés público.

Según la empresa, la COP30 fue el foco natural de la estrategia de medios de este año y las acciones patrocinadas siguen prácticas comunes del mercado publicitario, siendo siempre identificadas como contenido comercial.

La minera afirma que no interfiere en el trabajo editorial de los medios y que las alianzas tienen el objetivo de promover el debate sobre el cambio climático y el papel del sector privado en la transición energética.

La compañía también defiende el uso del programa Estructura Pará, que permite convertir hasta el 40 % de la TFRM en obras ejecutadas por las propias empresas. De acuerdo con la nota, Vale entiende esta cooperación con el poder público como una forma de contribuir a un “legado duradero” para Belém, enumerando la construcción del Parque de la Ciudad y la expansión del Puerto Futuro II como ejemplos.

La empresa niega practicar greenwashing y afirma tener un “historial sólido” de iniciativas socioambientales tras cuatro décadas de actuación en la Amazonía. Sostiene, además, que contribuye a la protección de 1,1 millones de hectáreas de bosques tropicales —800.000 en la Amazonía—, que el 97 % de esas áreas permanece preservado y que apoya a 60.000 personas por medio de iniciativas de bioeconomía y proyectos sociales, además de generar miles de empleos directos e indirectos en Pará (lea aquí el posicionamiento completo).

Joven relata los impactos de la actividad de Vale en su ciudad

En el panel del lunes, Thalia Silva, de 22 años, afirmó que, ante la omnipresencia de Vale, no es posible discutir la COP30 sin debatir la minería. Contó que empezó a estudiar medio ambiente después de la ruptura, en Mariana (MG), de la represa de Samarco, minera creada a partir de una joint venture (consorcio) entre Vale y la británica BHP. Además de matar a 19 personas, el desastre provocó el colapso de toda la cuenca del río Doce, desde el nacimiento hasta la desembocadura, en Espírito Santo.

“Cuando empezamos a estudiar, nos damos cuenta de que la minería de Vale comete diversas violaciones de derechos humanos”, dijo. Citó también el ferrocarril del complejo de Carajás, que atraviesa municipios de Pará y Maranhão y que, según denuncias de movimientos sociales, habría provocado problemas de salud e impactos urbanos.

“Cuando Vale llegó a la región, hubo un proceso de migración de diversas personas hacia el lugar. La trama urbana se expandió, la ciudad pasó a tener que soportar a más gente de la que podía albergar”, dice.

El ferrocarril fue uno de los motivos que llevó a Vale al banquillo de los acusados en un juicio simbólico realizado por movimientos sociales el jueves (13). El “Tribunal Popular” tuvo lugar durante la Cumbre de los Pueblos, evento paralelo a la COP30. “La contaminación del aire es enorme, la salud pública quedó completamente devastada”, dijo Antônia Flávia, una de las “testigos”. Vive en el asentamiento Piquiá da Conquista, en Açailândia (MA), ubicado en la ruta del ferrocarril.

En un comunicado enviado a Repórter Brasil en la ocasión, Vale afirmó haber destinado, junto con la Fundación Vale, R$ 45 millones para la construcción del nuevo barrio, “entregado en octubre de 2024 a las familias que vivían en el antiguo barrio Piquiá de Baixo”. Afirmó, además, estar comprometida “con la integridad socioambiental” en sus operaciones y que promueve el diálogo con las comunidades vecinas a sus actividades (Lea aquí el comunicado completo).

:: Lea también: Pueblos de la Amazonía “juzgan” a mineras por casos de contaminación y deforestación en Pará

En el evento realizado el lunes, Thalia dijo que la llegada de la minera a la región habría resultado, entre otros problemas, en el aumento de casos de violencia de género. “La llegada de muchos hombres para trabajar en la minería provocó una serie de violencias, principalmente contra niñas y mujeres”, alertó.

“La realidad es que no tenemos saneamiento básico. Está la parte de Carajás, que está totalmente estructurada, pero la parte de Parauapebas no. Tenemos pocos recursos para todo lo que la empresa explota del territorio”, reclamó.

Mencionó también el caso del pueblo Xikrin do Cateté, que habría sido expuesto a metales pesados como consecuencia de operaciones de Vale en el sudeste de Pará. El MPF (Ministerio Público Federal) de Pará llegó a interponer una acción civil pública contra la minera, la Unión y el estado de Pará. Vale lo niega.

En un comunicado enviado a Repórter Brasil en febrero, cuando se presentó la acción, Vale negó la relación de sus operaciones con la contaminación del río Cateté y declaró que el tema ya fue “ampliamente analizado” por el Juzgado Federal de Redenção (PA).

“Estudios realizados por peritos judiciales independientes concluyeron que las operaciones de Vale no son la fuente de la contaminación del Cateté. Los documentos son públicos y están disponibles para consulta. Además, Vale monitorea regularmente las condiciones del agua en el entorno de sus emprendimientos para resguardar a las comunidades locales. Por último, la compañía recuerda que existen numerosas actividades de minería ilegal en la región”, dijo la minera. 


:: Lea también: El MPF identifica la “firma química” de Vale en la contaminación de los Xikrin en Pará ::

Ejecutivos de la empresa, sin embargo, defendieron la minería durante la COP30. En un panel promovido por el Consorcio de Desarrollo de la Amazonía Legal, el 12 de noviembre, Grazielle Parenti, vicepresidenta ejecutiva de Sostenibilidad de Vale, afirmó que el desafío es “llevar el desarrollo a los territorios” y construir “una red de prosperidad alrededor”, señalando que cada región tiene “su particularidad”.

Dos días antes, el 10 de noviembre, Marco Braga, vicepresidente del Proyecto Novo Carajás, declaró: “La minería es top, con absoluta certeza. Vamos a hacer que las comunidades del entorno también sean top, creciendo junto con nosotros, con la transición energética”. Formó parte de un panel promovido por la Federación de las Industrias del Estado de Pará.

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En una entrevista con Repórter Brasil después del panel sobre greenwashing y minería del lunes, Thalia dijo sentir una “guerra desigual” en la disputa de narrativas: “Me siento cansada, molesta y con miedo, porque parece que somos rehenes. A cualquier lugar al que vayas, siempre va a haber algo de la empresa. Nunca hay una salida diferente, porque ellos no nos dan esa opción”.

Para ella, el patrocinio de centros culturales y grandes espectáculos contribuye a consolidar la imagen de la minera como benefactora, al mismo tiempo que invisibiliza conflictos agrarios y denuncias de violaciones en los territorios. “La minería no es la solución para nuestro futuro. Si seguimos explotando como siempre ha sido, las personas seguirán teniendo sus derechos vulnerados”, cree.

Esta nota fue producida por Repórter Brasil, en el marco de la Cobertura Colaborativa Socioambiental de la COP30. Lea la nota original en: https://reporterbrasil.org.br/2025/11/afetados-mineracao-onipresenca-vale-cop30/ 

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